sábado, 5 de diciembre de 2009

Ensoñación

Ese leve roce. Solo eso hace falta para que se levante el viento. Sopla una sueva brisa que hace mover mis cabellos. El sol me baña la piel y a través de los ojos cerrados percibo ese resplandor dorado. El murmullo de las olas llega hasta mis oídos aunque se oye también una ligera música de piano de fondo. Pronto me cala también ese agradable olor a mar. Abro los ojos y veo la playa. Esa enorme playa en la que solo estoy yo y todo está en calma. Me inunda una sensación de paz mientras el agua alcanza mis pies desnudos. Siento como si no hubiese mejor lugar en el mundo en el que estar en ese momento, yo frente al mar viendo las olas ir y venir, como si me encontrase en el paraíso.
Oigo mi nombre a los lejos, pero aun necesito oírlo una vez más para salir de mi ensoñación.


- Ei! Dónde estás? De repente has puesto una cara de no estar aquí…

- Estaba siendo feliz… - te respondo sonriendo mientras sigo saboreando ese beso que me has dado

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