jueves, 11 de febrero de 2010

Isodifásica

En algún momento de la vida a todos se nos plantea una gran duda: Debería hacer lo que debo o lo que quiero??
Muchas veces las dos opciones son diferentes, o incluso totalmente opuestas y eso nos crea un conflicto. Se supone que lo que “debemos” es lo más conveniente para nosotros en el momento, o a largo plazo .Véase el ejemplo en mi caso, de estudiar para unas duras y tediosas oposiciones que dentro de mil años acabaran dando el fruto de una plaza fija que me va a solucionar la existencia. Lo de tener una plaza fija suena genial y más genial aun la palabra “Funcionaria”. Hoy en día es casi mejor que el que a uno le toque la lotería, pero lo veo taaaan lejos que no anima a ponerse a estudiar meses y meses para que no sea hasta dentro de 3 oposiciones (si tengo suerte) cuando saque la codiciada plaza.
Por otro lado lo que queremos es más apetecible y siempre se ve menos duro. Piensas, “¿por qué no? Tengo que hacer lo que debo siempre ¿por qué no me he de dar el capricho de hacer lo que quiero por esta vez?” Leñe, en el fondo es lo que queremos, y que mas queremos que hacer lo que nos dé la gana no??? A veces son los sueños más profundos en nuestro corazón o pequeñas rebeldías lo que no nos deja escoger lo que “debemos”, los que tiran de ti para que te resistas a crecer y madurar entrando ya por fin en el mundo de los “adultos-que-hacen-siempre-lo-que-tienen-que-hacer”
Yo ahí ando, resistiéndome a algo que inevitablemente me va a acabar atrapando, pero por hoy no voy a pensar más en ello. Me sentaré enfrente de la ventana con una taza de café caliente a ver la nieve caer mientras sueño que….