martes, 29 de septiembre de 2009

Patito Feo


La sociedad en la que vivimos es cruel por naturaleza. Todo se acaba reduciendo a ser el mejor y el más competitivo y no importa a quien nos llevemos por delante en el intento.Eso nos lleva a que haya patos y "Patitos feos".

Patito feo se puede ser por muchas razones. No hace falta que sea feo de verdad, basta con que sea diferente(aunque el no se vea diferente, los demás harán que se sienta asi). Pobre patito feo, nadie lo quiere. Todos lo tratan mal y lo dejan solito.

Pero el verdadero y más grande problema del Patito feo es que no sabe que no es un Patito feo, ni siquiera es un patito!!!

Patito, eres un Cisne!! No tienes nada que envidiar a los patos que te rodean. Eres todo un Cisne, precioso y maravilloso. No te fijes en los patos que no juegan contigo, porque ellos en el fondo siempre han sabido que eras diferente y han temido que fueses mejor que ellos. No eres un Patito feo, no tienes por que estar solo en la vida, pues esta es maravillosa. Y tu también. Eres un ser realmente especial. A menudo, el camino que has recorrer hasta descubrirlo es largo y muy duro, pero no debes abandonar, el resultado merece la pena. Te juegas a ti mismo, te juegas tu felicidad.
Te preguntaras que hace un Cisne entre tanto pato. Un Cisne lo que hace es buscar su camino. Hay muchos otros Cisnes esperando ahí fuera, solo tienes que caminar y descubrirlos. El día realmente te veas Cisne, Patito, se acabaran tus problemas. Crecerás y dejaras de sufrir.
Hasta entonces te espero sentadita en el camino, cuenta conmigo,pues aunque ahora soy Cisne, yo también fui Patito...



domingo, 27 de septiembre de 2009

Sorpresa...


Cuando eres pequeña y llega la noche del 24 de diciembre sucede algo mágico. Ha llegado el momento que esperabas con tanta ilusión. Parece que esa noche todos los deseos que has ido acumulando durante tu tiempo de espera se van a cumplir y te vas a ver recompensada por todas las buenas acciones acumuladas. Ahora imagina que cuando ese momento llega no encuentras nada, solo un paquete de decepción.
Siempre es fácil que las cosas que se esperan con mucha ilusión no salgan como lo planeamos y que nos acaben decepcionando un poco, pero cuando la decepción es plena, te desencantas. Ese momento mágico se rompe y los pedacitos salen disparados en muchas direcciones. Te enfadas, te disgustas, lloras… y después piensas. Puede que haya sido un error, voy a cerciorarme. Te acercas al paquete que envuelve esa decepción con cuidado. Lo tomas entre tus manos y vuelves a abrir el sobrecito de la tarjeta, y ahí está. En la tarjeta pone claramente con letras grandes y mayúsculas tu nombre. Caes en un estado de estupor absoluto y vas haciendo memoria para intentar descubrir cómo has llegado a ese punto. Si has hecho algo que te condene a esa decepción, pero no lo encuentras y en la tarjeta no hay explicaciones validas, solo tu nombre.
Te encaramas a una silla que te da acceso al armario más alto que tienes y ahí, con gran pesar en el corazón, escondes ese paquete que esperas no volver a ver jamás. Al final no te queda otra que asumir que eso es lo que te ha tocado y que es mejor pensar en positivo e ir a reparar tu ilusión para empezar una nueva espera. Mientras buscas esos miles de pedacitos de ilusión rota que se han desperdigado por tu vida poco a poco te va invadiendo la esperanza.
La esperanza, esa traicionera amiga que tarda tanto en abandonarte y que te llena el oído con dulces palabras que te hacen creer que todo va a ir bien y que te impiden ver que tu armario cada vez esta mas lleno de paquetes hasta que definitivamente te abandona.


¿Que haces cuando tu mayor felicidad es también tu mayor desdicha?

viernes, 25 de septiembre de 2009

El Camino

Lo he vuelto a hacer. Hoy como en tantas ocasiones he vuelto a recurrir a tu camino.
Lo hago cuando la tristeza me invade y los recuerdos de años atrás se cuelan en mis sueños como fantasmas. Recuerdos de épocas mejores, con carcajadas impregnadas de purpurina que tiñen de melancolía mis noches. Una pequeña punzada de dolor en el corazón y me despierto de golpe. Me incorporo aun asustada y me doy cuenta de que las lágrimas se agolpan en mis ojos amenazando con rodar por mis mejillas. De repente vuelvo a sentirme aquella niña que tú conociste, tan frágil...
Una vez abierta la puerta, los recuerdos empiezan a entrar a borbotones y ya no puedo parar. Se me agolpan los flases de todos aquellos recuerdos, las risas, las conversaciones hasta altas horas de la madrugada, los consejos , los secretos, los abrazos...De repente te echo de menos, mucho. Tanto que incluso yo me sorprendo, y me pregunto que será de ti ahora...
Han sido solo unos pocos años, pero parece que hiciera siglos que no pasamos tiempo juntos, una tarde para tomar una café. Puede que mis recuerdos sean ahora de una persona que no existe. Que todo el cariño que te tengo y te gurdo sea ahora para un extraño. Tanto hemos cambiado con los años??Me gustaría poder decir que no, pero creo que mentiría. Nos hemos convertido en dos extraños que se hablan con cariño si alguna vez coinciden, pero es más un cariño por lo que fuimos, no por lo que somos. Me gustaría que fuese diferente, pero las circunstancias de la vida así lo han querido e inconscientemente nosotros tampoco hemos hecho mucho por remediarlo...
Cuando los fantasmas de antaño me calan tan profundo y la melancolía me invade, vuelvo a recurrir a ti. Tu camino me da esperanza y me infunde aquel sentimiento de cariño y protección que te podría infundir alguien que es un amigo de verdad. Tus palabras son como un abrazo que sale del alma y al terminar, con la caída de la última lagrima, los fantasmas se van. Gracias por prestarme tu camino para los momentos de adversidad, siempre me ha parecido precioso y me ha ayudado mucho.


"...cuando llegues arriba, a la cima, nos sentaremos en una piedra y hablaremos del camino, de cómo nos fue, a quien conocimos y de lo mucho que nos alegramos de volvernos a ver."
Así será. Un beso hasta entonces.